23 febrero, 2010

Ferrán Adriá anuncia que en 2014 El Bulli será una fundación sin ánimo de lucro

El cocinero Ferrán Adriá ha anunciado en Santiago de Compostela que, a partir del año 2014, su restaurante El Bulli será "una fundación de carácter privado y sin ánimo de lucro".
El catalán ha dado la noticia en el Fórum Gastronómico 2010 que se celebra en Santiago de Compostela, con el fin de zanjar la polémica generada en las últimas semanas sobre el futuro de su proyecto.
La Fundación El Bulli será "la de todos los amantes de la gastronomía de vanguardia: cocineros, sumilleres, profesionales de sala, gastrónomos, creativos pensadores o simplemente apasionados por nuestro sueño", según ha asegurado la organización del Foro Gastronómico citando fuentes del restaurante de Cala Montjoi (Gerona).
Según la misma información, la fundación será "un vivero de nuevas ideas y de nuevos talentos para ir juntos y de la mano más lejos todavía". Anualmente, otorgará entre 20 y 25 becas a cocineros y personal de sala que trabajarán con el equipo creativo de la propia Fundación El Bulli.
Proyección más allá del mundo de la gastronomía
La fundación "no será una escuela" y el procedimiento de selección de sus becarios "será muy exigente y riguroso". "Se trabajará de forma sinérgica con otras disciplinas como el diseño, el arte, la comunicación creativa. Perseguimos 'feedback', interrelación y proyección más allá del mundo de la gastronomía", señala la información proporcionada por El Bulli. Además, se indica que la fundación de Adriá "será totalmente complementaria" con la Fundación Alicia, creada por Caixa Manresa y la Generalitat de Cataluña y dedicada a la alimentación y la ciencia.
Las creaciones gastronómicas fruto de los trabajos realizados por el equipo de cocina de la fundación, podrán ser degustadas cada año a partir de 2014 durante un tiempo determinado y por un cierto número de comensales.
El espacio físico del actual restaurante, cuyo comedor se mantendrá intacto "dado su carácter emblemático", será acondicionado para poder atender estos nuevos proyectos, y contará con una sala para audiovisuales y una biblioteca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

- Dejo la carrera, madre.
- Ay, Dios mío que disgusto
que se va a llevar tu padre.
- He elegido otro futuro.
- ¿A qué vas a dedicarte?
- Me voy a hacer un becario,
pero no tipo Bill Clinton
sino todo lo contrario.
Pronto me verás unido
al equipó de Adriá
y trabajando en el Bulli.
-¡Pues tu padre va a pensar
que es un trabajo muy cursi!.
- Mamá, me voy a forrar.
- Entonces vamos, inútil,
que te enseño a cocinar.

- Primera lección del día:
“Huevo con patatas fritas”.
Va la lista de ingredientes.
Unos huevos de gallina,
patatas, sal, buen aceite
y una sarten de las mías,
de esas que no se pegan
que nos trajeron las tías
cuando fueron a esa tienda
sólo para mayoristas.

- Vale, vale, ya lo tengo.
¿Pero crees que servirá
para que quede contento
el gran Ferrán Adriá?

- Espera, no tengas prisa,
y vamos con la receta.

“Coge un huevo de gallina
de esos de color crema,
contra un filo lo cascas
y, sin romperle la yema,
no me seas un manazas,
al aceite se lo echas…
y con cuidado que salta.
El aceite bien caliente,
que si no el huevo no cuaja
y se empapucha en aceite
como si fuera caballa.
Una pizquita de sal…

- ¿Y una pizca cuánto es?
¿Un par de gramos? ¿o más?

- Una pizca es… lo que es
no puedo decirte mas.
Una pizca, una puntita,
un pellizco y poco más,

- ¿Podrías ser más precisa,
que no me entero, mamá?

- Mira niño, la cocina,
no se puede concretar.
Apréndete éstas medidas,
o si no, vete a estudiar.
Ahora a ver por dónde iba…

- El huevo acabas de echar.
… con una ‘pizca’ de sal.

- Vale, vale, ya voy bien.
Lo dejas muy poco tiempo,
pero poco, en la sartén,
lo justo para que el huevo
se haga de esta manera:
quede cuajada la clara
más sin cocerse la yema.

- ¿Y qué hago con las papatas?

- Las pelas con un cuchillo.
(porque usar un pelador
deja que te diga, niño,
que es cosa de maricón)
Ni muy gruesas ni muy finas…

- ¡Y dale con las medidas!

- Y tras dejarlas metidas,
un rato en agua salada
ahora ya puedes freírlas
hasta que queden doradas.
Y pones todo en un plato
el huevo, con las patatas
y un buen pan para mojarlo.

- Este plato me parece
un tanto tradicional.
Y seguro no sorprende
al gran Ferrán Adriá…

- Pues espera que lo ‘arregle’.
Lo metes todo en un Tupper
y como por accidente
pero sin que se derrame,
lo golpeas brutalmente
y lo hace bien girar.
Lo echas ya todo al plato
y encima un buen chorreón
de lo que tengas a mano
(si es agridulce, mejor),
y ahí tienes tu gran plato:

“Huevos desestructurados
con patatas de ración
en su punto aderezados
con melosa reducción
de agridulce deslicuado
al punto de salazón”

Apiciu dijo...

Hola Miralarima:
Me ha entretenido la lectura de su escrito.
Gracias por leerme
Saludos