Lo que sigue lo escribió Miguel A. Roman el 11-03-04. Este erudito de la cocina y de la pluma mantiene un blog que recomiendo lo visiten, estoy seguro que disfrutarán y se harán fans del citado blog denominado Libro de Notas En Casa de Lúculo.
Entre
la cohorte de salsas intensas con que en Italia se escolta la neutra pasta la
Puttanesca es una de las menos conocidas fuera de aquella península. Tal vez
sea porqué sus componentes son bastante más localistas que en otros
condimentos, no sólo difíciles de entender fuera de los gustos intensamente
mediterráneos que contiene sino incluso difíciles de encontrar en una Europa
confortablemente instalada en su atlantismo.
Típicamente la Puttanesca prepara un sofrito con ajos, cebolla y tomate en inexcusable aceite de oliva, para recibir en su seno anchoas, aceitunas negras, alcaparras, laurel, orégano, manteca, caldo, vino, perejil, albahaca, limón, berenjena... y el refinamiento ocasional de alguna guindilla.
Y es que la Puttanesca, "al modo de las putas", no tiene receta ni planificación exacta. Basta con que sea contundente, arrasadora, que concierte en su seno todo lo que pille por delante, mientras más intensa sea pareciera preferible, como si renegase de la noble pasta sobre la que se asienta y buscase sólo anularla.
En 1980 un grupo de la ultraderecha hacían estalla en la estación de Bolonia un artefacto que segó la vida de casi un centenar de inocentes.
Típicamente la Puttanesca prepara un sofrito con ajos, cebolla y tomate en inexcusable aceite de oliva, para recibir en su seno anchoas, aceitunas negras, alcaparras, laurel, orégano, manteca, caldo, vino, perejil, albahaca, limón, berenjena... y el refinamiento ocasional de alguna guindilla.
Y es que la Puttanesca, "al modo de las putas", no tiene receta ni planificación exacta. Basta con que sea contundente, arrasadora, que concierte en su seno todo lo que pille por delante, mientras más intensa sea pareciera preferible, como si renegase de la noble pasta sobre la que se asienta y buscase sólo anularla.
En 1980 un grupo de la ultraderecha hacían estalla en la estación de Bolonia un artefacto que segó la vida de casi un centenar de inocentes.
En
aquella ocasión, el escritor y gastrónomo Manolo Vázquez Montalbán se refirió a
este horror en su columna de la revista Intervíu calificándolo como un crimen
"a la Puttanesca", un atentado sin fórmula ni objetivo, sin
conciencia ni miramientos, un asesinato masivo dirigido contra todo y contra
todos. No poseo ya aquel documento más que en mi memoria de adolescente
horrorizado por la sangre inútil y asqueado por pertenecer a una especie capaz
de tanto odio y tanto menosprecio por las vidas comunes.
Ya entonces sabía que en España hay anchoas, y aceitunas, y ajo, y cebolla, y albahaca, y aceite de oliva... pero en ninguna pesadilla pude concebir entonces que a lo largo de mi vida volviera a ver tantas veces tales atrocidades "alla Puttanesca".
Miguel A. Román 11-03-04
Ya entonces sabía que en España hay anchoas, y aceitunas, y ajo, y cebolla, y albahaca, y aceite de oliva... pero en ninguna pesadilla pude concebir entonces que a lo largo de mi vida volviera a ver tantas veces tales atrocidades "alla Puttanesca".
Miguel A. Román 11-03-04
2 comentarios:
Son recuerdos angustiosos, hasta provocar dolor de memoria. Gracias por traerlos por aquí.
Por cierto, cometí en aquel momento un error de documentación: el atentado de Bolonia de 1980 no fue atribuido a las Brigadas Rojas sino a un grupo de ultraderecha; aunque a las víctimas les da igual las siglas de su verdugo.
Buenos días Miguel A. Román:
Efectuada la corrección en el cuerpo del texto.
Gracias por la visita.
Por supuesto que fueron unos días y convivencia muy agradable en los prolegómenos en lo que actualmente se ha convertido este boom de la gastronomía blogueril.
Que pases un buen día.
Saludos
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